Peligros del clima frío
Cómo mantener seguras a las mascotas durante el frío:
Bienestar invernal: ¿Ya le hicieron un examen preventivo (examen de bienestar) a tu mascota? El clima frío puede empeorar algunas afecciones médicas, como la artritis. Tu mascota debe ser examinada por un veterinario al menos una vez al año, y es un momento tan bueno como cualquier otro para que lo examinen y se aseguren de que esté preparado y lo más saludable posible para el clima frío.
Conoce los límites: al igual que las personas, la tolerancia al frío de perros y gatoos puede variar de uno a otro en función de su pelaje, reservas de grasa corporal, nivel de actividad y salud. Ten en cuenta y adáptate conforme a la tolerancia de tu mascota al clima frío. Probablemente debas acortar los paseos de tu perro cuando hace mucho frío para protegerlos a ambos de los riesgos para la salud asociados con el clima.
Los perros y gatos artríticos y mayores pueden tener más dificultades para caminar sobre nieve y hielo y pueden ser más propensos a resbalarse y caerse.
Los perros de pelo largo o de pelaje grueso tienden a ser más tolerantes al frío, pero aún corren riesgo en climas fríos. Las mascotas de pelo corto sienten el frío más rápido porque tienen menos protección, y las mascotas de patas cortas pueden enfriarse más rápido porque es más probable que su vientre y cuerpo entren en contacto con el suelo frío o cubierto de nieve. Los gatos y perros con diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedades renales o desequilibrios hormonales (como la enfermedad de Cushing) pueden tener más dificultades para regular su temperatura corporal y pueden ser más susceptibles a problemas por temperaturas extremas. Lo mismo ocurre con gatos y perros muy jóvenes y muy viejos. Si necesitas ayuda para determinar los límites de temperatura de tu mascota, consulta con tu veterinario.
Como regla de oro general:
A los 7°C y menos, la mayoría de los perros ya empiezan a estar incómodos
A los 0°C y menos, los perros pequeños, de pelo fino, jóvenes, viejos y enfermos no deben dejarse afuera por mucho tiempo.
A los -7°C y menos, los perros se vuelven vulnerables a la hipotermia y la congelación.
Ofrécele opciones: al igual que tú, perros y gatos prefieren lugares cómodos para dormir y pueden cambiar de ubicación según su necesidad de más o menos calor. Ofréceles algunas opciones seguras que les permitan variar su lugar para dormir y adaptarse a sus necesidades.
Permanece en el interior: los gatos y los perros deben permanecer en el interior durante el clima frío. Es una creencia común que los perros y los gatos son más resistentes que las personas al clima frío debido a su pelaje, pero esto no es verdad. Al igual que las personas, los gatos y los perros son susceptibles a la congelación e hipotermia y, por lo general, deben mantenerse en el interior. Las razas de perros de pelo más largo y de pelaje grueso, como los huskies y otros perros criados para climas más fríos, son más tolerantes al clima frío; pero ninguna mascota debe dejarse afuera durante períodos prolongados en un clima bajo cero.
Haz ruido: el motor caliente de un vehículo puede ser una fuente de calor atractiva para los gatos ferales y de exterior, pero puede ser mortal. Revisa debajo del coche, golpea el cofre y toca el claxon antes de poner en marcha el motor para animar a los felinos a abandonar su refugio bajo el cofre.
Revísale las patas: revisa las patas de tu perro con frecuencia para detectar signos de lesiones o daños causados por el frío, como almohadillas agrietadas o sangrantes. Durante un paseo, una cojera repentina puede deberse a una lesión o a la acumulación de hielo entre los dedos. Es posible que pueda reducir la posibilidad de acumulación de bolas de hielo cortando el pelo entre los dedos de su perro.
Puedes abrigarlo: si tu perro tiene el pelaje corto o parece que le molesta el frío, considera comprarle un suéter o un abrigo para perros. Ten varios a mano, así tu perro podrá usar un suéter o abrigo seco cada vez que salga al exterior. Los suéteres o abrigos mojados pueden hacer que tu perro pase más frío. Algunos responsables de mascotas también usan botitas para proteger las patas de sus perros; si decides usarlas, asegúrese de que le queden bien.
Limpia con un paño: durante los paseos, las patas, las piernas y la panza de tu perro pueden absorber productos descongelantes, anticongelantes u otros productos químicos que podrían ser tóxicos. Cuando vuelvas a entrar en tu casa, limpia (o lava) las patas, las piernas y la panza de tu mascota para eliminar estos productos químicos y reducir el riesgo de que tu perro se intoxique después de que se lama las patas o el pelaje. Considera utilizar descongelantes seguros para mascotas en tu propiedad para proteger a tus mascotas y a las demás personas de tu vecindario.
Collar y chip: en lugares donde cae nieve o hay heladas, se llegan a perder muchas mascotas, ya que la nieve y el hielo pueden ocultar olores reconocibles que normalmente podrían ayudar a tu mascota a encontrar el camino de regreso a casa. Asegúrate de que tu mascota tenga un collar que se ajuste bien y con información de identificación y contacto actualizada. Un microchip es un medio de identificación más permanente, pero es fundamental que mantenga su información de contacto actualizada en la base de datos del registro de microchips.
Quédate en casa: los autos calientes son una amenaza conocida para las mascotas, pero los autos fríos también representan un riesgo significativo para la salud de tu mascota. Ya sabes que un auto puede enfriarse rápidamente cuando hace frío; se convierte en una especie de refrigerador y puede enfriar rápidamente a tu mascota. Los perros y gatos jóvenes, viejos, enfermos o delgados son particularmente susceptibles a los ambientes fríos y nunca deben dejarse en autos fríos. Limita los viajes en auto solo a lo que sea necesario y no dejes a tu mascota sin supervisión en el vehículo.
Evita el envenenamiento: limpia rápidamente cualquier derrame de anticongelante y mantén los envases alejados de las mascotas, ya que incluso pequeñas cantidades de anticongelante pueden ser mortales. Además, mantén a tu mascota alejada de los productos descongeladores o de las áreas donde se hayan utilizado descongeladores, ya que pueden enfermar a su mascota si los ingiere.
Protege a tu familia: es probable que tu mascota pase más tiempo dentro de casa durante el invierno, por lo que es un buen momento para asegurarse de que tu casa esté debidamente protegida. Utiliza los calentadores de ambiente con precaución cerca de las mascotas, ya que pueden causar quemaduras o pueden caerse y provocar un incendio. Si tienes caldera, revísala antes de que llegue el clima frío para asegurarte de que esté funcionando de manera eficiente e instala detectores de monóxido de carbono para mantener a toda tu familia a salvo. Si tienes un pájaro como mascota, asegúrate de que su jaula esté alejada de las corrientes de aire.
Evita el hielo: cuando pasees a tu perro, manténte alejado de estanques, lagos y otras aguas congeladas. No sabes si el hielo soportará el peso de tu perro y, si este se rompe, podría ser mortal. Y si esto sucede e intentas salvar a tu perro instintivamente, la vida de ambos podría estar en peligro.
Proporciona refugio: no recomendamos mantener a ninguna mascota afuera durante largos períodos de tiempo, pero si no puedes mantener a tu perro dentro durante el clima frío, proporciónale un refugio cálido y sólido contra el viento. Asegúrate de que tenga acceso ilimitado a agua fresca no congelada (cambiando el agua con frecuencia o utilizando un recipiente de agua calentado y seguro para mascotas). El piso del refugio debe estar separado del suelo (para minimizar la pérdida de calor en el suelo) y la ropa de cama debe ser gruesa, seca y cambiarse regularmente para proporcionar un ambiente cálido y seco. La puerta del refugio debe ubicarse lejos de los vientos predominantes. Se deben evitar los calentadores de ambiente y las lámparas de calor debido al riesgo de quemaduras o incendios. Las almohadas térmicas para mascotas también deben usarse con precaución porque aún pueden causar quemaduras.
Reconoce los problemas: si tu mascota gime, tiembla, parece ansiosa, se mueve más despacio o deja de moverse, parece débil o comienza a buscar lugares cálidos para esconderse, llévela adentro rápidamente porque muestra signos de hipotermia. La congelación es más difícil de detectar y es posible que no se reconozcas por completo hasta unos días después de que se haya producido el daño. Si sospechas que tu mascota tiene hipotermia o congelación, consulta a tu veterinario de inmediato.
Prepárate: en algunas zonas, el clima frío también trae consigo riesgos de clima invernal severo, ventiscas y cortes de energía. Prepara un kit para desastres o emergencias que incluya a tu mascota en los planes. Ten a mano suficiente comida, agua y medicamentos (incluidos los medicamentos recetados, así como preventivos contra el gusano del corazón y las pulgas y garrapatas) para sobrevivir al menos 5 días.
Aliméntalos bien: mantén un peso saludable durante todo el invierno. Algunos responsables de mascotas creen que un poco de peso extra le brinda una protección adicional contra el frío al perro, pero los riesgos para la salud asociados con el sobrepeso, superan cualquier beneficio potencial. Controla la condición corporal de tu mascota y mantenla en un rango saludable. Las mascotas que viven al aire libre necesitarán más calorías en invierno para generar suficiente calor corporal y energía para mantenerse calientes; habla con tu veterinario sobre las necesidades nutricionales de su mascota durante el clima frío.
-Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA).
